Cuidando el pasto


Solo, rodeado de barro, este Porsche 356 parece cumplir al pie de la letra una misión que le han encomendado: salvar el último pedazo de pasto del hipódromo de San Isidro. O será que está pensando: ¿cómo me voy a ir de acá sin ensuciarme?

Sea cual fuere, la foto es fiel ilustración de lo que pasó este fin de semana en Autoclásica. Barro y más barro. Y muy pocos Porsche. ¿Nordenwagen? No, a ellos los "viejitos" no les interesan.

Nota del autor: Porsche AG está construyendo un nuevo museo con "apenas" 5.600 metros cuadrados de superficie para lucir su historia. Acá... bien, gracias.

Foto: CC (que tuvo más coraje que quien escribe para meterse en el barro)

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